“Pasada una edad, la ortodoncia ya no merece la pena”, “llevar aparatos es cosa de niños” o “mi caso ya no tiene solución”… Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado o mencionado este tipo de frases alguna vez. En Clínica Medina queremos aclarar esa falsa percepción de uno de los tratamientos más utilizados de la odontología actual: los tratamientos de ortodoncia no tienen límite de edad.
Hay personas con complejo de sus dientes que creen que ya es tarde para corregirlos por el simple hecho de ser adultos. Pero lo cierto es que están muy equivocados. Aunque un diagnóstico precoz y un tratamiento temprano es importante, la edad no supone un impedimento para conseguir una sonrisa bonita y sin complejos.
Más allá de los 30, 40, 50, o incluso 60, un tratamiento de ortodoncia te puede favorecer. En Clínica Medina estudiamos cada caso y elegimos la mejor opción para cada paciente. Eso sí, lo más importante antes de colocar cualquier aparato es que la persona cuente con una óptima salud bucodental. Por eso, en pacientes a los que puedan faltarles piezas o que cuenten con defectos dentales o problemas periodontales, es necesario solucionar previamente estas anomalías y realizar un tratamiento combinado.
¿Por qué deberías decir “sí” a un tratamiento de ortodoncia?
No podemos negar que el tratamiento de ortodoncia en adultos tiene un enfoque y planteamiento muy diferente al que puede tener un niño. Pero este tipo de tratamientos ha evolucionado de tal manera que a día de hoy aporta muchas más ventajas que tener una sonrisa bonita y unos dientes alineados. Aquí van algunos ejemplos:
1. Masticación adecuada
Los tratamientos de ortodoncia a una determinada edad no solo mejoran la estética de la boca, sino que van mucho más allá. ¿Y si te decimos que también mejoran su funcionalidad? Las pacientes quedan encantados con su nueva sonrisa y, lo que es mejor, aseguran que comen y mastican mucho mejor. A gusto y sin las molestias y problemas que tenían antes.
2. Efectivos ante todo tipo de anomalías
La ortodoncia en adultos tiene el objetivo de corregir cualquier tipo problema relacionado con la maloclusión dental del paciente. Casos de dientes torcidos, apiñamiento, mordida abierta o cruzada, espacio entre las piezas… en todos ellos los tratamientos de ortodoncia son de mucha ayuda.
3. Evitamos problemas relacionados
Son muchos los problemas a los que podemos poner fin si mejoramos la posición de nuestros dientes. Por ejemplo, unos dientes bien alineados evitan un mayor desgaste de las piezas dentales. Además, la maloclusión provoca también sobrecargas musculares, dolores de cervicales o migrañas, e incrementa las posibilidades de padecer problemas de bruxismo.
4. Mejoramos la higiene bucodental
¿Sabías que unos dientes bien colocados también influyen en nuestra higiene dental? Cuando las piezas dentales tienen la posición correcta garantizamos que la higiene sea mucho más completa ya que, al no haber dientes apiñados, podemos acceder mejor a todos los rincones de nuestra boca. Así, reducimos la aparición de enfermedades periodontales o las caries.
5. Permiten hacer vida normal
Para adaptarse a todas las necesidades y al día a día de los pacientes, los brackets en adultos pueden ser mucho más discretos. Resultando así una opción mucho más atractiva para todos. De hecho, y gracias a la creciente demanda por parte de personas adultas, han surgido nuevos sistemas que son prácticamente imperceptibles e igual de eficaces que los tradicionales.
6. Mayor autoestima
Con la mejora en la posición de los dientes, conseguimos que la sonrisa tenga un aspecto atractivo, saludable y armónico. Y eso, ayuda también a nuestra autoestima. Una sonrisa bonita hace que ganes mayor seguridad y confianza en ti mismo. Nos hace estar más confiables en nuestras relaciones sociales con otras personas y sentir tranquilidad sin complejos.
En definitiva, al igual que ocurre en los niños y jóvenes, para un adulto la ortodoncia también supone un gran cambio en su calidad de vida. En Clínica Medina, nuestro equipo de profesionales te espera para verte sonreír sin complejos.
“Recuerda: nunca es demasiado tarde”